martes, 9 de septiembre de 2008

Crónica de una muerte anunciada: muestra del temor a las “deshonras”

Deicy Jaimes


Antes de leer una obra literaria de cualquier tipo, es menester conocer algunas experiencias de quién tiene el valor de dejar al descubierto el lado descabellado al que puede llegar la imaginación de los seres pensantes, Gabriel García Márquez es el ejemplo de ello, pues este colombiano dejó Aracataca (su pueblo natal) en el año 1.936 con el fin de comenzar el recorrido de su camino lleno de lucha para alcanzar un estilo propio en la literatura, haciéndolo merecedor de grandes galardones en las artes de las letras y para llegar a merecerlos escribió desde los más humildes artículos de periódicos hasta cuentos y diferentes géneros literarios como: Crónica de una muerte anunciada publicada en 1.981 después del mayor éxito alcanzado en toda su carrera Cien años de soledad.

Crónica de una muerte anunciada narra la forma como Santiago Nassar no se enteró de su muerte. La obra como su título indica es una crónica de cómo todo un pueblo no pudo - o no quiso- avisar al personaje principal del acontecimiento que le avecinaba ni mucho menos de las razones por la que los gemelos Pedro y Pablo Vicario querían asesinarlo.

Según las declaraciones hechas después de veinte años por los habitantes del pueblo a un amigo de la víctima, quien por el aprecio mutuo entre ambas familias dedicó gran parte de su tiempo a la realización de la investigación, todas las personas entrevistadas coincidieron en que Santiago Nassar tenía muchas posibilidades de ser inocente de todas las razones que los gemelos Vicario tenían para arrancarle el destino prometedor de un joven lleno de vida.

La relación entre el título y la obra es casi perfecta, ya que no sólo a través de entrevistas o declaraciones explícitas en el texto se desarrolla la historia, además de este recurso el autor deja claro la utilización del investigador en la historia de documentos, haciendo énfasis en el uso significativo del expediente donde se plasmó la controversial “evidencia” del caso. Estas razones hacen que el lector adopte el contenido de la obra como una verdadera Crónica de una muerte anunciada.

Por tratarse de una crónica Gabriel García Márquez escribe la obra en retrospectiva, respetando el uso de este género en la realidad. Crónica de una muerte anunciada puede ser disfrutada por cualquier lector gracias al lenguaje informal utilizado por el autor dando la impresión de escribir sin la más mínima intención de discriminar con su forma de expresión al grupo no amante de la lectura.

En lo concerniente al manejo del tema central de la obra, el autor emplea muchas de las características de su estilo: ofrece la información precisa para mantener la atención del autor de principio a fin pero no omite detalles claves para el desarrollo creíble de la historia, evita usar metáforas y lo más importante es que deja el recuerdo de un final muy singular en la memoria del lector.

Son muchas las historias que culminan con un final feliz pero existen otras que aunque su desenlace no es como se quiere dejan huellas muy marcadas en quienes se atreven a sumergirse en ellas, Crónica de una muerte anunciada es la imagen de muchos hombres del mundo real que hacen de su destino la condena de otros con el fin de “borrar los actos que deshonran sus vidas” sin darse cuenta de que el temor a su verdad es el temor a ellos mismos.








1 comentario:

Marisol dijo...

Hola Deicy,
Me gustó la reseña de esta obra que, en mi opinión, es tan conocida como su autor.
Los años no llevan punto.
Los títulos de las obras van en cursiva.
Los marcadores espaciales discursivos van entre comas.
Antes de pero va coma. Tines este conector repetido.
Profa. Marisol